LA CITA DEL DÍA

Los llamados <acuerdos de libre comercio> son unos de estos instrumentos para minar la democracia. Están diseñados para transferir la toma de decisiones sobre las aspiraciones y la vida de los pueblos a manos de las tiranías privadas que operan que operan en secreto y sin supervisión ni control públicos.

Noam Chomsky

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PLAN DE EXTINCIÓN DE INCENDIOS EN EL BAJO ARAGÓN

Leo en el blog Entalto Aragón, de Ángel Hernández el siguiente post. Lo del informe me parece un tremendo escándalo. Luego en verano nos lamentaremos por no haber dedicado los suficientes recursos a algo tan importante.

Plan de Extinción de Incendios en la Comarca del Bajo Aragón

La semana pasada en la Comarca del Bajo Aragón se presentaba a bombo y platillo un informe, en el que se arrojaban unos datos, cuando menos preocupantes. Se hizo público el plan de prevención de incendios en dicha comarca, un plan que requiere de una dotación presupuestaria, para poder ser llevado a cabo, de 6 millones de euros.

La cosa no es de broma, pero casi, sobre todo si tenemos en cuenta, que el presupuesto comarcal para todo el medio ambiente en el Bajo Aragón es de 24.520,00 €. Bueno, pues creo que sobra decir nada más, se comenta por si solo, que ha costado más dinero el estudio, que lo que tenemos para gastar este año. Esta es la política comarcal que se defiende desde el Gobierno de Aragón, se traspasan competencias y luego no se dotan. Vivimos en tiempos de sequia, vivimos el riesgo extremo en verano, y lo paradógico es que necesitando 6 millones de Euros para prevenir los riesgos forestales en nuestra comarca, Biel y Boné solo nos han podido dar 24.520,00€. Luego se nos critica a los de CHA por denunciar estas situaciones.

Considero que esto es una broma de mal gusto, un insulto a la inteligencia el tener que soportar esta desfachatez presupuestaria. Roguemos para que el fuego no sea noticia este verano, y que un día de estos se nos dote con el presupuesto necesario para poder acometer las campañas de incendios con ciertas garantías de prevención. Por lo menos nos podían haber dado algún euro para concienciar, pero ni siquiera eso. Lástima, aunque queda el consuelo de cambiar algo a partir del 27 de mayo.

«LA AMPLIACIÓN DE YESA ME DARÍA MUCHO MIEDO»

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Excepcional documento éste, una entrevista al ingeniero constructor de Yesa en el Diario de Navarra, que se puede encontrar en la página web de la Asociación Río Aragón. Confiemos en que al final se imponga la razón en este asunto.

René Petit, el ingeniero constructor del pantano de Yesa, manifestó a este periódico que si se llevaba a cabo el recrecimiento del pantano, «a mí me daría mucho miedo. La presa actual tiene sesenta metros de profundidad y en su día ya hubo sus más y sus menos sobre si aguantaría o no. Hay que ser muy cauto en este tipo de obras, mucho».

El ingeniero francés dijo no comprender esta ampliación, y ante la sugerencia de visitar Yesa de cara a esa posible ampliación contestó: «¿Para qué? ¿Para llevarme el mayor disgusto de mi vida? No, dejemos las cosas tal y como están… Hay que tener en cuenta que al aumentar el volumen aumentan considerablemente las posibilidades de un fallo geológico. Si ahora existe una presión de diez kilos por centímetro cuadrado, con esa ampliación puede doblarse a veinte… ¿Quién va a garantizar la seguridad de tal obra?».

René Petit confirmó que el pantano de Yesa estaba destinado a regar, principalmente, tierras aragonesas, por intereses particulares de la Confederación Hidrográfica del Ebro. «Sí que existía un proyecto de ampliación de este regadío en Navarra, pero no se llegó a hacer por las causas e intereses. Los cambios de ministros, los intereses políticos a los que hacía referencia, influyeron decisivamente en la paralización del proyecto».
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LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS VIVIENTES

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Muy recomendable este artículo del analista esloveno Slavoj Zizek en El País. Es enormemente preocupante que la tortura forme parte ya del lenguaje de algunos gobernantes norteamericanos.

Después de que la confesión de Jalid Sheik Mohammed saltara a los titulares de nuestros medios de comunicación, junto a la indignación moral por la dimensión de sus crímenes surgieron las dudas: ¿podíamos fiarnos de su confesión? ¿Y si estaba confesando más de lo que había hecho, quizá por un vano deseo de ser recordado como el gran cerebro terrorista, o porque estaba dispuesto a confesar lo que fuera con tal de que dejaran de someterle a la tabla de agua y otras «técnicas mejoradas de interrogación»?

Lo que no ha llamado tanto la atención es el hecho de que, por primera vez, la tortura es algo normalizado, que se presenta y se acepta como tal. Cuando alguien se preocupa por este hecho, la respuesta más habitual y teóricamente convincente es: «¿A qué viene todo el escándalo? Lo único que están haciendo los estadounidenses es reconocer (a medias) lo que llevan haciendo todo el tiempo, no sólo ellos, sino todos los demás Estados; en todo caso, ahora tenemos menos hipocresía…». A esto habría que replicar con una pregunta muy sencilla: «Si los altos representantes de Estados Unidos sólo tienen esa intención, ¿por qué nos lo cuentan? ¿Por qué no siguen haciendo en silencio lo mismo que hacían hasta ahora?».
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