Un poema a media mañana nunca biene mal. En este caso uno de Mohammed Bennis, un poeta marroquí reconocido internacionalmente.
PREGUNTA
Bienvenida
la caída del ojo
a su refugio
Bienvenida
la sangre
que se inflama en anárquica carrera
Una lengua
para la aridez del alma
y otra
para el rapto por la savia
del delirio
Oh, tú
que habitas en
el hueco de mi pecho
quién
acompañará a mis muertos esta noche
antes del alba
hacia
las colinas de la luz
y quién
de algo
me hará entrega
ante una travesía que fulgente se anuncia
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