Siguiendo con el tema del último post, no podemos evitar el comentar el último texto con el que nos acaba de sorprender el gobierno muncipal PSOE-PAR. Un reglamento de protocolo, ceremonial, honores y distinciones que nos retrotrae a otros tiempos pasados, en los que las administraciones se confundían con la iglesia, y la separación entre iglesia y estado se consideraba una aspiración proscrita. El texto obliga a la corporación municipal a asistir a las celebraciones religiosas consideradas fiestas solemnes, atacando absolutamente principios constitucionales como la aconfesionalidad o la libertad de conciencia. Es importante aclarar también que en el Reglamento sólo se consideran fiestas las religiosas, excluyendo festividades como el día de la Constitución, el Día de Aragón o la cincomarzada.
Yo, desde luego, animo a los concejales ateos, o que simplemente tengan clara la separación entre estado y confesiones religiosas, a no tener en cuenta este Reglamento, si finalmente se aprueba en los términos actuales.
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El blog de Valentín Cazaña 
Cada vez estamos más trasnochados. ¿No están las Administraciones eliminando los tratamientos personales anquilosados, los excelentísimos señores y toda esa panoplia de chorradas? ¿Se han enterado estos tíos de eso? ¿Se han enterado de eso llamado separación Estado-Iglesia?
Repugnante es poco decir.
Un abrazo
¿Y qué pasa si se elige un/a concejal/a que profese otra religión? no se les ha ocurrido pensar en que en unos años, no muchos, por cierto, esto será una realidad.
Pedazo de dinosaurios. Qué digo dinosaurios!, estos son mas antiguos.
Besos,
Esto es lo que hemos denunciado desde el grupo municipal de Chunta Aragonesista. Cuando nos pasaron este protocolo casi nos caemos del susto. Es de otras épocas. Recuerda al movimiento nacional del tio Paco y huele a caspa y sacristía. Esto es lo que quieren colar el equipo de gobierno del PSOE-PAR en un estado aconfesional y que se declara laico.
Ante esta situación, CHA presentará una serie de alegaciones para hacer de la nueva ordenanza de protocolo del Ayuntamiento de Zaragoza, una norma que no lesione los derechos constitucionales de los ciudadanos y ciudadanas de la ciudad, no sólo los de la corporación municipal. Aquí hay más información:
Es un texto que recupera relaciones de los poderes públicos con la iglesia católica, que algunos considerábamos ya superadas. Lamentablemente, son algunos políticos que incluso se autodenominan de izquierdas los que nos traen este Reglamento trasnochado.