Leo en la página nutrición.pro la siguiente explicación del motivo por el que lloramos cuando pelamos una cebolla.
Aparentemente las cebollas contienen una molécula que es inodora y obedece al nombre de trans-(+)-S-(1-propenil) L-cisteina sulfóxido.
Cuando cortas la cebolla, produces roturas celulares que permiten a una enzima llamada alinasa entrar en contacto con el trans-(+)-S-(1-propenil)-L-cisteina sulfóxido. Así, se produce piruvato, amoníaco y syn-propanotial-S-óxido. La última molécula es la responsable de la irritación ocular y del lagrimeo. En pocas palabras de hacernos llorar desconsoladamente.
Estos dos trucos son de utilidad para evitarnos pasar un mal rato al cortar cebollas. Aquí os enseño como evitar este problema que produce mucho ardor y malestar en los ojos la mayoría de las veces.
Hay varias formas para combatir a la cebolla, una de las más comunes y sencillas es remojarla en agua caliente antes de comenzar a cortarla, solo durante unos segundos, y luego ya proseguir con total tranquilidad. También se puede mantener bajo el agua fría mientras se trabaja aunque esta manera es un tanto más incómoda, principalmente si queremos picarla, es casi imposible.
Otro truco más práctico y no tan conocido es mojar en vinagre el filo del cuchillo con el cual trabajaremos y de esta manera no se evita el conflicto pero sí se disminuye notablemente.
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